A los dieciseis años, a poco de ingresar a la escuela de Bellas Artes
Cota Carvallo nació en Lima en 1909, pero su infancia y adolescencia transcurrieron en el puerto de Huacho, entre el mar y la campiña. Pronto esta cercanía a la naturaleza, define su vocación por la pintura. A los dieciséis años logra convencer a su padre, y la familia se muda a Lima para que ella estudie en la escuela de Bellas Artes. Ingresa en 1926 y es alumna del maestro Daniel Hernández y luego de José Sabogal. Egresa en 1933 con la más altas distinciones.
Cota Carvallo nació en Lima en 1909, pero su infancia y adolescencia transcurrieron en el puerto de Huacho, entre el mar y la campiña. Pronto esta cercanía a la naturaleza, define su vocación por la pintura. A los dieciséis años logra convencer a su padre, y la familia se muda a Lima para que ella estudie en la escuela de Bellas Artes. Ingresa en 1926 y es alumna del maestro Daniel Hernández y luego de José Sabogal. Egresa en 1933 con la más altas distinciones.
Un año después se casa con Estuardo Núñez. Un largo viaje la lleva por Arequipa, Puno y Cusco, donde se dedica a pintar incansablemente. Sus colores se encienden bajo el sol de la sierra. Las mujeres, las plazas y paisajes, reafirman su visión peruanista. En estos años realiza muestras en la Galeria de Lima, en la academia Brandes, en la galería Pancho Fierro, en el Instituto de Arte Peruano. Varios cuadros suyos son adquiridos y expuestos en el Instituto Iberoamericano de Berlín.
Cota Carvallo forma parte de una generación de mujeres de vanguardia, que surgen en los salones de la Escuela de Bellas Artes, bajo la maestría de José Sabogal. Como es conocido, Sabogal es el mentor del indigenismo y de la ruptura con la pintura oficial, con la imitación de Europa. En su taller se forjan Julia Codesido, las hermanas de Izcue -que son mayores-, y también muchachas jóvenes: Leonor Vinatea, Carmen Saco, Reneé González Barúa. Alicia Bustamante Vernal y su hermana Celia, y entre ellas destaca Cota Carvallo.
Su línea es firme y suelta, uniendo la academia y la expresión libre. La paleta es amplia y agrisada. Domina el retrato, el paisaje, la escena urbana de los Barrios Altos o de Barranco: mendigos, paisanas, niños y ancianos. Los innumerables viajes promueven un nuevo acercamiento al paisaje. La técnica: el óleo, el gouache, la acuarela, el lápiz y la sanguina. Con el tiempo sus telas adquieren una dimensión más surreal y expresionista. En 1953 Cota Carvallo obtiene el premio nacional de pintura Ignacio Merino, y un poco más tarde el premio nacional de literatura José María Eguren. Obtuvo además innumerables premios de teatro para niños. En 1964 recibe el premio Doncel en España.
La obra de Cota Carvallo integra las artes, las letras, y la música. Su sensibilidad diversa y profunda le permite cumplir una misión fundacional en todos los géneros que cultiva. Pero hoy la recordamos por sus manos, su mirada y sus pinceles.
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